La familia es nuestro sistema de origen, el primer sistema del que formamos parte y el lugar en el que aprendemos qué es el amor y cómo relacionarnos.
El proceso de crecimiento familiar nos brinda la oportunidad de poner luz al tipo relación que tenemos, nuestro modelo afectivo, así como a los patrones relacionales adquiridos en este vínculo.
Es un acompañamiento clave para transitar los momentos vitales más difíciles como la adolescencia, crisis de parejas o diferentes situaciones que nos generen conflicto. No hay sistema que pueda crecer sin conflicto.
Así, la adolescencia no es un problema, es un momento de crecimiento con sus particularidades, que nos ofrece la oportunidad de crecer como familia, como padres y como personas. Se abre la posibilidad de consolidar el vínculo afectivo con nuestros hijos, lo que hará que nuestra relación con ellos/as sea más cálida y cercana.
Este proceso te ayudará a descubrir qué está pasando en la relación familiar, qué comportamientos y actitudes os están limitando y cómo se pueden generar cambios para conseguir una relación sana y amorosa. Las situaciones de dificultad son una oportunidad para crecer como padres, revitalizarnos como familia y ayudar a los hijos en su proceso de crecimiento personal.
Este acompañamiento individualizado puede complementarse, si así lo deseas, con el Programa de “Padres Conscientes”, que he creado fruto de la experiencia, el conocimiento y el aprendizaje acompañando a padres y adolescentes en esta travesía.