El proceso de crecimiento personal es un proceso de conocimiento y de compresión de nosotros mismos y de nuestra propia historia. Es una reconciliación con quienes somos.
A través del mismo abrimos un espacio de encuentro desde la confianza y el respeto. Un lugar desde donde el facilitador acompaña a la persona a tomar conciencia de quién es, cómo vive, cómo piensa, cómo siente y qué es lo que le produce insatisfacción o bienestar.
Este es el principio a partir del cual podemos entender lo que necesitamos para encontrar nuestro equilibrio y lugar en el mundo.
Este camino construido va del apoyo a la capacidad de sostén por uno mismo. A través de la toma de conciencia, la responsabilidad y el desarrollo de los recursos como ser humano que posibiliten dar una respuesta distinta a lo que acontece en nuestra vida, en el aquí y ahora, abriéndonos a nuestro auténtico potencial y bienestar.