Vine al mundo de una forma especial, acompañada. Ser melliza marcó mi forma de ser y de estar en el mundo. Mi gusto por compartir, por las personas y el disfrute que para mí hay en ello.
Si lanzo mi mirada atrás, desde temprana edad sentí la vocación de ayuda, un camino que ha ido modelando diferentes formas hasta llegar al lugar donde me encuentro hoy.
Este impulso vital me llevó a licenciarme en Derecho por la Universidad de Jaén, con el deseo de contribuir a un mundo más justo y acompañar a otras personas en la defensa de sus derechos. Con el tiempo, experimenté que ese camino no daba respuesta a mi vocación más íntima.
Era el momento de dar un giro de 180º en mi vida y, en esa búsqueda por reconducir mi vocación, decidí estudiar Trabajo Social. Ahí sí encontré mi camino, aportando no solo a la defensa de los derechos, sino al bienestar personal y social de las personas. Al acabar, se abría ante mí un mundo de posibilidades y entre ellas escogí, o mejor podría decir que la vida me escogió, para trabajar y formarme como terapeuta en adicciones.
En Proyecto Hombre Jaén trabajé durante años como terapeuta, tanto con adultos como con adolescentes, acompañando en todo el proceso de cambio (terapéutico y educativo) y crecimiento personal que supone ir de la dependencia a la autonomía del ser humano. Estos años se convirtieron en una profunda experiencia de vida donde las personas con las que trabajé me enseñaron infinitamente sobre los caminos del alma, las sombras y las luces que tenemos las personas.
Un apasionante viaje que confirmó mi creencia en el ser humano y en su posibilidad de cambio, y que sobre todo me brindó la oportunidad de descubrir que, cuando nos hacemos conscientes de quienes somos, tenemos la capacidad de responsabilizarnos de nuestra vida con libertad.
También acompañé a los adolescentes y sus familias en el difícil momento de la adolescencia y descubrí la importancia de lo sistémico, de la familia, y el valor que tienen nuestros orígenes en quienes somos y en nuestra historia.
Aquí nace mi inquietud y pasión por el trabajo con la familia, lo que me ha llevado a formarme en terapia sistémica (Psicogestal, Madrid), terapia de pareja (Institut Gestalt, Barcelona), duelos perinatales y neonatales y afrontamiento de nuevos embarazos (formación con Anna Escudé, Barcelona), acompañamiento a familias en proceso de adopción (Curso Superior Universitario: La adopción. Un camino para ser padres. U.C.A.M.), y a crear el “Programa de Padres Conscientes”, un espacio de cuidado, acompañamiento, reflexión y aprendizaje en el camino de ser padres en los diferentes momentos que atravesamos como padres, como familia y como personas, apoyando su crecimiento.
Este programa ha ido creciendo con el paso de los años y abriendo nuevos caminos de acompañamiento a las familias, como son el “Camino de la crianza”, el “Camino de la adolescencia”, el “Camino de la separación” y el “Camino de la adopción”. Cada uno de ellos ofrece acompañamiento individualizado en estos momentos vitales y también talleres grupales que lo apoyan si así se desea.
Como buscadora de conocimiento y de experiencias vitales que me posibiliten un mayor aprendizaje y crecimiento tanto personal como para acompañar a los demás, he ido al encuentro de diferentes miradas, enfoques y herramientas.
En mi camino existe un punto de inflexión que es el encuentro con la Terapia Gestalt. Gracias a ella hallé una filosofía de vida que se identificaba y acercaba a mi forma de ser y estar en el mundo, y que me ha ayudado a crecer, a ir al encuentro de mi esencia y descubrir todo aquello que me alejaba de mi ser.
La Terapia Gestalt me ha proporcionado un anclaje en el presente, y una mayor capacidad para responsabilizarme de quién soy y de lo que hago en este mundo. Este profundo viaje me ha hecho querer aportar esta filosofía y herramienta a las personas que acompaño, por lo que me formé en esta corriente de la psicología humanista en la Escuela de Terapia Gestalt Nahual de Jaén, habiendo formado parte de su equipo terapéutico como tutora de la formación en Terapia Gestalt de la IX Promoción y siendo miembro adherente de la Asociación Española de Terapia Gestalt.
En los últimos años, mi base humanista y gestáltica se ha enriquecido con una mirada integrativa de la mano de Albert Rams, uno de los introductores de la Terapia Gestalt en España. Realicé el Posgrado Internacional en Terapia Gestalt Integrativa, que me permitió explorar la integración de la Gestalt con enfoques de la Psicología Humanista, ampliando mi comprensión y recursos. Todos estos años de oficio, de acompañamiento, encuentro y aprendizaje con otras personas me enseñaron que nos une como seres humanos la necesidad de amar y ser amados, de ser reconocidos, pertenecer y de conexión entre nosotros. Somos seres relacionales y todo se da en la relación, y la forma en la que lo hacemos nos acerca o aleja de la felicidad o del sufrimiento. Y es parte del proceso de conciencia, sanación y crecimiento que realizamos. Así, conocí la Comunicación No Violenta, una herramienta que facilita la comunicación con uno mismo, con los demás y con el mundo. Nos ayuda a conectar con nuestra humanidad y la de los otros, desarrollando una forma sana y amorosa de relacionarnos y enriquecer nuestras vidas.
Es más que una herramienta, es una conciencia que nos invita a establecer una relación con la vida basada en el amor.
A nivel personal, ha supuesto una experiencia revolucionaria, lo que me ha llevado a formarme en ella (Institut Gestalt de Barcelona, Centro de Mediación de Murcia) y a continuar mi formación en la actualidad, estando muy comprometida con facilitar su conocimiento y aprendizaje al mundo.
Mi acompañamiento también lo nutre otros conocimientos y recursos, como el Coaching (Máster en Coaching, Universidad CES Don Bosco de Madrid), Introducción a la Psicología de los eneatipos (Fundación de Claudio Naranjo), el Mindfulness (Mindfulness Programa Oficial MBCT) y Escucha, Counselling y acompañamiento en el duelo (Centro de Escucha los Camilos), entre otras experiencias.
Todo este recorrido da vida día a día, sentido y significado a este espacio de crecimiento personal y familiar, donde mi acompañamiento se sustenta en tres pilares: